Cádiz, mi ciudad, es una ciudad que aún conserva la magia de lo entrañable y cercano y donde toda ella vive al ritmo de barrio.
Al final no se aclaró con los número romanos (o no le cabían...)
-¡Oye, Juan, que se te olvidó la hache! ¡No seas borrico!
-Bueno, hombre, no te pongas así, ahora la pongo...!