El anterior libro recomendado era pura literatura entendida como el arte de escribir. Aunque se hablara de matemáticas, lo importante era la expresión, al modo japonés, de los sentimientos de sus protagonistas, sobre todo el profesor y su discípulo.
En esta ocasión, vamos a recomendar un texto que no es ni literario ni sentimental. Trata de ciencia, de astronomía concretamente; pero no hay que asustarse. Se trata de una obra de divulgación científica en la que su autor intenta -y consigue- adentrarnos, aunque sea solo para vislumbrarlos, en los misterios del universo.
De hecho, subtitula su trabajo diciendo que consiste en “un viaje extraordinario a los límites del tiempo y del espacio”.
En ese viaje utiliza un lenguaje que tal vez no se pueda calificar de sencillo, pero sí de asequible y comprensible para la mayoría de los que lo lean si es que se sienten atraídos por los temas científicos o, al menos, tienen una mente lo suficientemente abierta como para atisbar la maravillosa inmensidad del Universo que nos rodea e incluye.
Christophe Galfard es francés (nació en Paris en 1976). Estudió Física y Matemáticas, doctorándose en la Universidad de Cambridge bajo la tutela de uno de los mayores físicos que han existido, Stephen Hawking, de quien fue discípulo. En 2006 decidió abandonar el ámbito académico y dedicarse a la divulgación científica, para la que se halla especialmente dotado.
Como divulgador ha dado numerosas conferencias, intervenido en programas televisivos y creado una página web en la que en una de sus secciones (Pregúntame sobre el Universo) invita a sus lectores a plantearle preguntas sobre ese tema.
También ha escrito varios libros que han sido un éxito editorial. En 2007 colaboró con Stephen Hawking y Lucy Hawking (su hija) en La clave secreta del Universo, una obra sobre los secretos del Cosmos enfocada para los jóvenes que se tradujo a 45 idiomas. Le siguieron otros entre los que se encuentran la trilogía El príncipe de las nubes (2009); El Universo en tu mano (2015), que se convirtió en un fenómeno editorial y que fue considerado en Francia el mejor libro científico del año, y Para entender a Einstein.
De El Universo en tu mano su autor dice que es «un libro fácil de leer de ciencia divulgativa sobre todo lo que sabemos del universo desde antes del Big Bang hasta hoy». El escritor confiesa que su intención es que a lo largo de las 400 páginas de este libro ningún lector quede rezagado. Para ello huye del lenguaje matemático en sus explicaciones, usando uno mucho más comprensible para aquel que lo lea. Tan es así, que en él aparece una sola ecuación, la más conocida de Einstein: E=mc2.
En esta obra su protagonista se halla tumbado al sol en una playa de las Bahamas. Desde allí va elevándose, con su imaginación, cada vez lejos. Sale de nuestro planeta Tierra, ve la Luna y todos los planetas y a la estrella de nuestro sistema solar. Sigue alejándose en el espacio y en el tiempo y contempla el devenir de estrellas, constelaciones, galaxias, cúmulos y supercúmulos galácticos, y cómo todos se van alejando unos de otros (Teoría de la expansión del universo). Ve agujeros negros y cómo se comportan, explosiones de novas y supernovas, la lenta muerte de las estrellas gigante rojas, y muchos de los otros fenómenos que acontecen en el Cosmos según lo conoce la ciencia actual.
Por último, resalto una de las frases del libro que me hizo reflexionar sobre la relación entre la ciencia y el esoterismo. Es esta: «En el Universo todo gira alrededor de todo... Todas las galaxias están inmersas en un ballet cósmico, en el cual las bailarinas son islas brillantes independientes, agrupaciones de miles de millones de estrellas que se mueven en el vacío oscuro del espacio».
Jesús Lorente Campos