
Gaditana de corazón y de bautismo caletero, fenicia del alma, llegó al corazón de los gaditanos con su pregón. A continuación lo trascribimos:
Desde el fondo de los mares /Alzo mi voz a la tierra. /¡que se abran las murallas /O pasaré sobre ellas!
Dicen que el diablo sabe/ por viejo más que por diablo/ dejen que mi voz les hable/ que tiene ya tres mil años.
Yo soy gadir, la fenicia/ por eso mi voz es sabia/ oigan mi voz gaditanos/ que mi voz es milenaria.
Les habla la voz del tiempo/ yo soy la voz de la historia/ yo he visto nacer al viento/ yo he visto pasar la gloria/ y como lo vi, lo cuento.
Yo soy gadir, la fenicia/ sepultada bajo el mar/ soy secreto del pasado,... / ni ruinas me quedan ya.
Del mar conozco el misterio./ Guardo, como buen testigo/ de los pueblos que pasaron/ restos, reliquias,... Indicios.
Enigmáticos tartessos/ los fenicios fundadores/ cartagineses, romanos,... / coliseo de gladiadores.
Del latín, el non plus ultra/ que ustedes conocen ya/ pues traducido resulta:/ "después de cádiz, ni hablar"
El mar es el que los guarda/ y bajo el mar, enredados/ se mezclan con el presente/ los vestigios del pasado.
Un mar que ilustra la historia/ cual pintor inteligente/ que, combinando hábilmente/ los colores de la vida.
Logra un lienzo inacabado/ donde se funde el pasado/ con el presente más claro/ y el futuro se adivina.
El mar, que todo lo envuelve/ con su manto azul oscuro/ un museo que cobra vida/ pues, al bajar la marea/ la historia queda al desnudo. ...el mar, la mar,...
Dios de todo el que ha nacido/ en brazos de la marea/ que nos trae, que nos lleva/ que nos envuelve en su hechizo/ la vida nos zarandea/ y nos mueve a su capricho.
El mar,... Bandera, universo/ y vida del gaditano./ Gaditano, hijo del mar/ vives por él abrazado
Yo soy gadir, la fenicia/ y desde la mar contemplo/ a Cádiz como una barca/ amarrada siempre a puerto.
Cádiz como una barquita/ con el alma hecha retales/ de tanto aguantar mareas/ y capear temporales.
Embarcación que presume/ de marineros valientes/ luchadores incansables/ trabajadores decentes/ tan grandes y tan sencillos/ tan humildes, tan pacientes/ tan soñadores, tan locos/ y tan buenísima gente.
Cádiz, barca de la historia/ aunque un huracán te azote/ aunque vuelva el maremoto/ y aunque mil ciclones soplen/ tú, siempre sobre las aguas/ tú siempre, cádiz, a flote.
Vine buscando canciones/ a este lugar hace tiempo/ vine buscando canciones,... / no sé, atada quizás al viento.
A ese viento de levante/ que me arrastró desde el este/ hasta el sur más elegante/ donde es más bello el poniente.
Y entre idas y venidas/ entre canciones y amigos/ ya me marchaba de Cádiz/ y cádiz venía conmigo.
¡Ay, que cabeza la mía!/ vaya despiste señores/ más de una vez me he dejado/ el corazón olvidado / en la plaza de las flores.
En fin, lo que yo les cuente/ que a la hora del adiós/ nada más cruzar el puente/ y lo mismo, ¡vaya por dios!/ Otra vez se viene Cádiz/ conmigo de polizón.
Vine buscando canciones/ fui, en cádiz, forastera/ y es tanto lo que he encontrado/ que hoy, ya ven, soy pregonera.
Pregonera porque quiero/ no porque me haya tocado/ soy pregonera, paisanos/ porque ustedes me han dejado.