Esta disertación podría enunciarse como un pregunta: La vida, ¿es dolor? o como una afirmación: La vida es dolor, ya que cuando estamos vivos sentimos más dolor que placer o felicidad.
Se habla del dolor físico, exponiendo, someramente, cómo se percibe y se transmite hasta el cerebro y, así, se toma conciencia de él.
Después nos ocupamos del sufrimiento, que es dolor, pero como una emoción y un sentimiento, pero no solo eso, sino que también tiene una repercusión moral y metafísica, o mejor espiritual.
Como la vida es dolorosa para el hombre, éste ha buscado soluciones para asumir y superar ese dolor. Así, nos vamos a centrar en cinco de esos posibles remedios: El científico; el religioso, principalmente el cristiano; el filosófico, concretamente el que proponen los estoicos; el que descubrimos al leer el Bhagavad Gita y, por último, el que nos ofrece el budismo.