El pasado viernes, día 8 de Junio, tuvo lugar el descubrimiento de una placa en homenaje de D. MANUEL DE LA PINTA LEAL, último alcalde republicano de Cádiz, en la fachada de nuestra sede.
Se celebró en la que fue su casa y ejerció la medicina, hoy sede de la Asociación Cultural Nueva Acrópolis, sita en la calle de San Pedro, 1
D. Manuel de la Pinta Leal, médico y miembro del Ateneo de Cádiz, fue nombrado Hijo Predilecto de nuestra ciudad por el Excmo. Ayuntamiento de Cádiz el año 2006.
El acto congregó a numerosas personalidades de nuestra ciudad, y estuvo organizado por el Ateneo de Cádiz y la Asociación Cultural Nueva Acrópolis.
Tras unas palabras alusivas al valor humano del alcalde homenajeado, que pronunciaron D. Javier Saura, director de Nueva Acrópolis en Cádiz, D. Gervasio Hernández Palomeque, presidente de Izquierda Unida en Cádiz, D. Ignacio Moreno, presidente del Ateneo de Cádiz y Dª Teófila Martínez, alcaldesa de la ciudad, se procedió entre todos a descubrir la placa que será recuerdo permanente al Sr. de la Pinta en la que fue su casa y consulta médica.
Finalizado el acto, los asistentes pasaron al interior de la sede, donde tuvieron posibilidad de cambiar impresiones y tomar unas copas. El ambiente fue sumamente cordial.
BIOGRAFÍA DE D. MANUEL DE LA PINTA
Manuel de la Pinta Leal nace en Málaga en el año 1905. Su padre era carabinero y fue destinado a la ciudad de Cádiz. Estudió en la Facultad de Medicina de Cádiz y obtuvo el título de Medicina y Cirugía en el año 1927 con un brillante expediente. Fue profesor adjunto de la Facultad de Medicina de Cádiz y pasaba consulta en la calle San Pedro, 1, actual sede de nuestra asociación, con el número de colegiado 357.
Aproximadamente en el año 1935 cursa oposiciones en Madrid para la cátedra de Médico Forense, obteniendo el número uno. Fue alcalde de Cádiz en dos períodos: de 1933 a 1935 y del 20 de febrero de 1936 al 18 de julio del mismo año.
Manuel de la Pinta volvía a Cádiz desde Madrid el 18 de julio, pese a los consejos de su familia, que le pedían que se quedase en la capital o que partiese inmediatamente para Tánger. Fue detenido en Córdoba junto con el resto de los viajeros de su tren. Le identificaron y pasó a formar parte de los numerosos detenidos. Dos meses y medio después fue fusilado (30 de septiembre de 1936), por defender la República. Sus padres y sus hermanas se enteraron por la prensa.
El pasado 2006 fue nombrado Hijo Adoptivo (a título póstumo), nombramiento que recogió su sobrina Virtudes, al no poder asistir su madre por lo avanzado de su edad (92 años). También su imagen ha pasado a engrosar la galería de retratos de los alcaldes que existe en el Ayuntamiento de Cádiz.
Desde estas páginas de Nueva Acrópolis vaya nuestro respeto por un hombre que vivió con valentía sus ideales, afrontando incluso el riesgo de perder la vida, que entregó en aras de nuestra ciudad.
Hombres así son lo que de verdad construyen la Historia.