Hablamos de cantiñas, cantes flamencos característicos de Cádiz, los Puertos y de Jerez de la Frontera. La métrica es la soleá, tempo justo y pesado, pero con otro carácter y un ritmo más rápido. La Alegría uno de los palos flamencos más festivos del que derivan muchas coreografías flamencas. Bebe de varios estilos, los ritmos del jaleo, los fandangos, las seguiriyas y las coplas romanceadas han influido en ellas.

Sin embargo, es su origen el que más nos llama la atención.

El origen de las alegrias de Cádiz 2

Las alegrías de Cádiz tienen su origen en la jota navarro-aragonesa que echó sus raíces en la capital gaditana como resultado de la emigración durante la ocupación francesa, en la que tanto aragoneses como gaditanos se hermanaron contra el enemigo común. Por ello se hace alusión en algunas de esas letras a la Virgen del Pilar, al Ebro y a Navarra.

De toda esa mezcla cultural, salió una especie de jota gaditana, que derivó en las actuales alegrías, llenas de jolgorio, que, a partir de mediados del Siglo XIX, se comenzaron a aflamencar en su ritmo, pareciéndose más a una soleá y derivando a como en la actualidad las podemos escuchar y sentir.

El cantaor Enrique Butrón fijó este estilo flamenco, heredó su estilo de su padre Enrique Bonfante. Nunca se dedicó a cantar de forma profesional, pero era conocido por sus cantes por soleá, seguiriyas y alegrías. Más tarde haría su aportación definitiva, ralentizó este ritmo, para que pudiera ser cantado con la ayuda de Enrique el Mellizo y de Ignacio Espeleta, que introdujo el famoso “tirititran, tran, tran”, antes de empezar el cante.

La Niña de los Peines cantaba unas alegrías que hacían alusión al Ebro y a Navarra, su nombre como el de Manolo Vargas, Aurelio Selles, Pericón de Cádiz, Chato de la Isla, Fosforito, La Perla de Cádiz, Chano Lobato, Camarón de la Isla y Juan Villar, no pueden faltar en este pequeño artículo de esa pequeña joya que nos llegó en forma de jota y que en la actualidad es imposible de escuchar sin que te sientas orgulloso y/u orgullosa, de haber nacido en este pequeño rinconcito de la Península Ibérica, que como ya podéis comprobar tuvo su origen en otra de las esquinas de esta.

José Manuel Romero Fernández.

Basado en el libro “Palos y Estilos del Flamenco”, escrito por Felipe Lara Barrios, Felipe Gertrudix y Daniel Gertrudix Barrios.

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