Entre las leyendas que más han atraído al hombre de nuestra civilización occidental las del rey Arturo y del Grial son las más populares
Sin embargo poco se ha escrito sobre el significado de estas leyendas o mitos, donde, en nuestra opinión, se esconde alguna enseñanza. Se han realizado dispares e incluso contradictorias interpretaciones de estas leyendas. Pero aún quedan muchas dudas por resolver: ¿Existió realmente el rey Arturo? ¿Qué era el Grial? ¿Estos relatos son hechos históricos verídicos o son sólo pura fantasía? ¿Hay verdaderamente alguna enseñanza oculta en estas leyendas, ya perdida o velada por el transcurso de los años? 
Si Arturo no hubiera existido, tendríamos que inventarlo. Es posible que las hazañas a él artibuidas hayan sido realizadas por otros personajes, si es que no existió realmente un Arturo de carne y hueso. Pero el elemento fundamental, a nuestro entender, es el simbólico-esotérico. Premeditadamente o no, los mitos del Rey Arturo y el Grial sirvieron para lanzar al hombre del medievo occidental hacia el Renacimiento. Estos símbolos aparecen en el momento más oscuro de la Edad Media y desaparecen cuando Occidente se despierta al humanismo renacentista. Sólo han vuelto a ser recordados durante el Romanticismo y en el siglo XX, cuando tratamos de no caer en otra nueva Edad Media. Sirven de nexo entre las antiguas civilizaciones romana y celta y como trampolín para el Renacimiento, que por este motivo no debe sorprendernos que signifique el fin de ellos, no por olvido, sino por superación.
El primer mito nos enseña el Orden del Mundo, el poder del espíritu sobre la materia. Aunque ésta se sobreponga cíclicamente a ella (muerte de Arturo), siempre habrá un regreso al Orden, la esperada vuelta de Arturo. El segundo mito nos enseña que lo Transcendente, Dios, está dentro de nosotros, por lo que no hay que salir lejos a buscarlo, ni emprender difíciles aventuras en tierras remotas, sino que hay que adentrarse en nuestro corazón, en nuestra alma.
De esta forma, y según nuestra teoría, a finales del siglo XI son creados estos dos símbolos, para favorecer a la sociedad en su evolución. Estos símbolos son altamente espirituales, aunque al alcance de cualquiera. Son símbolos que se imbrican perfectamente en tradiciones y mitologías anteriores y en la sociedad del momento. Vienen a suplir el vacío de Roma e impulsan diversas estructuras sociales hacia un idealismo inegoísta que hacen libre al hombre, preludiando al hombre del Renacimiento.
Fases del mito del Rey Arturo
- Situación inicial de caos, confusión, desgobierno, falta de liderazgo
- Se puede solucionar cumpliendo un reto / hazaña: extraer una espada mágica
- A pesar de numerosos intentos, nadie lo consigue, excepto un joven (elegido)
- El joven consigue la pacificación y se rodea de un círculo de colaboradores que comienzan una nueva etapa
- Se produce una traición o ruptura de los principios antes establecidos que provocan la desunión
- La desunión conduce a la desaparición de los protagonistas y del propio reino
- En el futuro el elegido retornará y volverán el orden y la justicia
Conclusiones
- Importancia del pensamiento mítico-simbólico
- Cumplen funciones de cohesión e integración de la sociedad (Malinowski)
- Forman el patrimonio común de una cultura (Levi-Strauss)
- Son los elementos constitutivos de la vivencia espiritual del hombre (Mircea Eliade)
- La búsqueda del Grial y la consecución de la espada por Arturo reflejan la búsqueda de la excelencia que se está perdiendo en la actualidad con la difusión de mitos como el del igualitarismo
- Es también la búsqueda del Sentido Trascendente en las tradiciones, mitos y símbolos
- El Rey Arturo y el Grial sirven de puente al mundo occidental para atravesar el reino de las Tinieblas y adentrarse en el Renacimiento interior
Juan Carlos del Río