Del 5 al 30 de Septiembre de 2005
De Lunes a Viernes, de 19 a 22 h Viaje por alguno de los enigmas que esconde el pasado y que la ciencia aún no pudo resolver.

Un paseo por algunos de los grandes enigmas que la moderna arqueología aún no ha podido descifrar y donde se rompe la, hasta ahora, "lógica" utilizada por la ciencia heredada del s. XIX.

¿Existió o no la Atlántida? ¿Qué conocimiento tenían los constructores de pirámides y por qué aparecen estas construcciones en lugares tan distantes como Egipto, México o China? ¿Qué hace un martillo de hierro en la época de los dinosaurios? Y muchas preguntas más que se podrá hacer el visitante a través de los diferentes paneles de que se compone esta Exposición.

Frente a un sector dogmático del mundo científico, afortunadamente cada vez más minoritario, que pretende encajar todas las cosas en un molde rígido, presentamos en esta Exposición algunos de los hechos que no encajan en dicho molde y que nos llevan a preguntarnos si es posible otra visión de la historia de la Humanidad, si es posible que un sector de la Humanidad haya tenido grandes conocimientos, algunos de ellos hoy desaparecidos. Y es que no deja de ser fascinante el considerar que la Humanidad no se encuentra actualmente en la cumbre de su proceso civilizatorio, sino que ha tenido momentos de gran esplendor y de terribles caídas. Porque ¿si antes había un conocimiento técnico importante, hasta el punto de poder mover bloques enormes de piedras, por ejemplo, por qué se perdió? y quizás la clave esté en las mismas preguntas que muchos nos hacemos hoy en día: ¿Puede el mal uso del conocimiento y de los adelantos científicos provocar la destrucción de los pueblos? ¿Qué pasa cuando un pueblo no está capacitado para manejar sus adelantos técnicos?

Al final siempre llegamos al mismo punto de partida: La clave está en el ser humano, si tiene sabiduría trabaja junto a la Naturaleza; si no la tiene, actúa contra ella y, por tanto, contra sí mismo. Para esta Exposición de "Arqueología Misteriosa" hemos querido dejar constancia de que ni los antiguos eran tan brutos como nos los pintan, ni la actual Humanidad es tan lista como se pretende, y que la historia del Hombre es muy rica y llena de sorprendentes descubrimientos, donde la última palabra aún no está dicha.