Una de las vitrinas alberga las monedas prerromanas, con ejemplos de monedas fenicias y de joyas de la misma época El Museo de Cádiz cuenta desde el 8 de junio de 2005 con una sala única en Andalucía. Las más de 12.000 monedas que atesora en sus fondos se encuentran ahora representadas en la Sala de Numismática, en la que se encuentran representados desde el mundo fenicio a la globalización del euro, pasando por el Cádiz de los duros antiguos y la representación de Nerón repujada en oro y aparecida en las aguas de Chipiona. La inauguración de esta sala contó con la presencia del director general de Museos de la Consejería de Cultura de la Junta, Pablo Suárez, quien no dudó en destacar la importancia de este nuevo espacio expositivo y el "buen ejemplo" que supone el centro en la aplicación del Plan de Calidad de los Museos, y adelantó que ya se trabaja en el "replanteamiento del discurso museístico" que será necesario una vez sea realidad la futura ampliación del edificio de la Plaza de Mina.

"La moneda es un objeto de uso común que pasa diariamente por nuestras manos, sin que, a veces, nos fijemos en ella. Sin embargo encierra un mensaje y nos transmite una información. Los tipos representados en ella y las leyendas grabadas nos hablan de la sociedad y la cultura que la creó, lo que la convierten en un importante documento histórico". Este texto, impreso en el primer cartel que abre el paso a la Sala de Numismática, resume el espíritu que ha impulsado a los responsables del Museo de Cádiz a abrir este nuevo espacio expositivo, que Pablo Suárez calificó como "una oferta cultural más no sólo para Cádiz sino también para Andalucía", ya que, apuntó, "es la primera sala así en la comunidad".

La sala, situada en la primera planta, cuenta con cinco expositores en los que se resume, a través de las monedas, la historia de la ciudad y de sus diversos moradores. La primera vitrina alberga las monedas prerromanas, con ejemplos de monedas fenicias y de joyas de la misma época; la segunda y la tercera están dedicadas a la moneda romana y medieval, incluyendo en ésta última un lingote de plata de 1687 procedente de Potosí, que era usada para acuñarlas; y, por último, la cuarta y la quinta resumen la historia de la moneda moderna y contemporánea, incluyendo entre sus contenidos uno de los famosos duros antiguos que tanto en Cádiz dieron que hablar.

Han sido necesarios "meses de selección", explicaba María Dolores López de la Orden, del Museo de Cádiz, para escoger este puñado de monedas como las más representativas de las más de 12.000 que custodia el Museo, que tiene, dice el catálogo de la sala, "un gabinete numismático que podría, en sí mismo, constituirse como un museo aparte; es una colección de monedas con una historia propia, con una vinculación muy específica a la a la historia gaditana y con unas piezas de valor y significación verdaderamente excepcionales". "Hay muchas monedas y las hemos seleccionado teniendo en cuenta su estado de conservación, su origen singular o que representen también a las más comunes y ortodoxas", afirmaba López de la Orden, que representaba al equipo que, dirigido por el director del Museo de Cádiz, Antonio Álvarez, ha hecho posible la puesta en marcha de la sala.

Antonio Álvarez explicaba por su parte que esta sala es "una minisección del Museo", que representa a "una colección importante que debe estar al alcance de los investigadores, y lo está, pero también al público". Destacó en este sentido el carácter "didáctico" de esta nueva sala.

Y en este carácter didáctico incidían también la delegada provincial de Cultura, Bibiana Aído –quien explicaba además que las monedas "merecían una sección propia y es la decisión que se ha tomado", y valoraba el catálogo editado con la colaboración de Caja San Fernando, realizado por el personal del Museo y por Alicia Arévalo, profesora de la Universidad de Cádiz– y Pablo Suárez, quien felicitó al director de un centro que es, afirmaba, "un buen ejemplo de lo que debe ser un Museo abierto a la ciudad", cuyos contenidos están dirigidos "no a aburrir, sino a que el público se forme y se divierta". Es, además, "un ejemplo más" de los objetivos del Plan de Calidad de los Museos puesto en marcha desde la Junta de Andalucía.

"El museo del siglo XIX está pensado para los grandes especialistas, y en el XXI para el gran público, para que lo contemple y lo disfrute", explicó Pablo Suárez. Para hacer posible este disfrute, esta implicación del público con los contenidos del centro, se plantea la renovación del discurso museístico, la actualización constante de recorridos, salas, exposiciones no permanentes, actividades culturales... en definitiva, "la modernización del Museo". Y en estos aspectos, reiteró el director general de Museos de la Consejería de Cultura, el de Cádiz es "ejemplar".

Aída R. Agraso
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