Paralelamente al cambio de perspectiva indicado atrás, es necesario acometer nuestra relación con el entorno natural en cuatro pilares, bloques o líneas de actuación: A) Optimización de la demanda de recursos naturales. Consumo responsable.
B) Reducción de contaminantes y reciclado de los materiales de desecho.
C) Regeneración de espacios, especies y sistemas deteriorados.
D) Conservación de espacios, especies y sistemas naturales.

Optimización de la demanda de recursos naturales. Consumo responsable.
En lo individual:
Potenciar el consumo responsable. Comprar lo imprescindible.
Reducir el consumismo ciego. Buscar satisfacción en el crecimiento interior.
Informarse en publicaciones especializadas sobre las opciones más recomendables en los diferentes ámbitos del consumo.
Escoger productos manufacturados con menor coste ambiental. Ver etiquetado: reciclado.
Escoger productos ecológicos en la medida de lo posible.
Reducir el consumo de energía en el hogar; empleo de dispositivos de bajo consumo.
Aprovechar el agua. Reducir al máximo su consumo.
No abusar de la calefacción ni del aire acondicionado.
Discriminar positivamente los usos de energías limpias.
Empleo de transporte público. Transporte compartido.
Adquirir y potenciar hábitos de ahorro y aprovechamiento.
Adquirir hábitos saludables.
En lo colectivo:
campañas de concienciación de ahorro de agua, ahorro energético, limitación del uso de transportes y máquinas que necesiten combustibles fósiles; campañas contra la explotación abusiva o ilegal de recursos vivos, como la sobreexplotación forestal, la sobrepesca, la roturación de tierras con elevado riesgo de erosión o con una elevada biodiversidad, como son las selvas tropicales; campañas contra el empleo de técnicas de producción con elevados riesgos ambientales, como la agricultura o ganadería intensivas, los organismos transgénicos, la producción de energía nuclear, el transporte de sustancias muy tóxicas o peligrosas. Entran también campañas orientando hacia un consumo doméstico responsable y comedido, promoviendo determinados productos o manufacturas dependiendo de su impacto ambiental.

Reducción de contaminantes y reciclado de materiales de desecho.
En lo individual:
Escoger productos y consumos que dejen la menor cantidad de desperdicio o desecho.
Separar la basura sólida doméstica en: envases (latas, tetra-briks, plástico), botellas y vidrios, cartones y papel y desechos orgánicos.
Ojo con los desechos tóxicos, como pilas botón, limpiadores y productos químicos, etc.
Informarse de los puntos de recogida de determinados desechos como los fungibles informáticos, medicinas caducadas, radiografías, etc.
Escoger productos que generen desperdicios o desechos biodegradables.
Intentar colocar los bienes que caigan en desuso por las circunstancias que sea (aparatos, ropa y calzado, juguetes, libros).
Puesta a punto de vehículos y maquinaria a motor de explosión.
Discriminar negativamente el consumo de productos procedentes de industrias muy contaminantes o degradantes.
En lo colectivo:
Participar en tareas de limpieza organizadas por Administraciones u ONGs.
Promover buenos hábitos de reducción de desperdicios y basuras en el entorno social inmediato.
Exigir de las autoridades la retirada adecuada de basuras clasificadas y procesado de las mismas.
Regeneración de espacios, especies y ecosistemas degradados.
En lo individual:
Mantener plantas de balcón y jardines, con especies autóctonas.
Colocación de comederos, bebederos y nidales para animales silvestres siempre que se pueda.
Mantener un pequeño vivero con plantas autóctonas para trasplantar a alguna zona cercana previamente escogida (y consultado con entendidos).
En lo colectivo:
Participar y colaborar en campañas de reforestación, lucha contra la erosión, regeneración de márgenes de ríos, charcas, etc.
Promover la protección del suelo y la reforestación en parcelas comunales, copropiedades, etc.

Conservación de espacios, especies y ecosistemas naturales.
En lo individual:
Evitar fuegos, alteraciones de suelos y cualquier otra acción que degrade o contamine un ecosistema natural.
Evitar arrancar plantas o matar animales, por pequeños o “inútiles “ que sean.
No soltar animales foráneos en un ecosistema natural.
Disfrutar de los espacios naturales en cualquiera de sus facetas, paisaje, ambiente sano, observación de animales o plantas, etc.
No hacer ningún uso indebido en ecosistemas naturales, que pueda perturbar las poblaciones animales.
Denunciar cualquier acto delictivo contra el medio ambiente.
En lo colectivo:
Participar en campañas de promoción de los valores de los ecosistemas naturales.
Colaborar con entidades de estudio en censos de animales, vigilancia de lugares, avistamiento de ejemplares, etc.

Manuel Ruiz
Biólogo
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra página web. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.