UN GEÓLOGO NORTEAMERICANO SOSTIENE QUE LA ESFINGE ES MUCHO MÁS ANTIGUA Y QUE KEFREN SOLO LA RECONSTRUYÓ.

La polémica en torno a la antigüedad y orígenes del Antiguo Egipto se reabre una vez más, esta vez de la mano de un científico, el geólogo y profesor de la Universidad de Boston, Richard M. Schoch, quien tras un trabajo de investigación de varios años sobre la erosión de la Gran Esfinge ha llegado a la conclusión de que ésta es, como poco, ¡el doble de antigua de lo que se afirma actualmente!

Según R. Schoch la Esfinge se construyó en dos etapas, la primera entre el 7000 y el 5000 a.C. y la segunda en el 2500 a.C., posiblemente por Keops quien, en realidad, la restauró para su complejo funerario; restauraciones y reaprovechamiento que el autor  amplía al Templo del Valle de dicho faraón, así como a su pirámide.

Sus datos están basados de los estudios realizados sobre la erosión de la base de la Esfinge, erosión producida por ¡agua!, y no por viento y arena. En 1998 publicó sus conclusiones, apareciendo en español en el 2002 bajo la forma de un libro titulado “Escrito en las rocas”, de la editorial Oberon. (Para ver comentario del libro: bibliotecaseneca.blogspot.com)

Egipto sigue guardando celosamente grandes secretos, a pesar de que se intente dar por sabido todo. Veamos algunos temas aún sin resolver:

-El periodo predinástico está en una fase de revisión. Actualmente se habla de una “Dinastía 0”, y de otra época más antigua llamada “Dinastía 00”. Algunos egiptólogos llevan esta época hasta el 3500 a.C., pero otros, entre ellos W. Budge y Petrie, lo remontan hasta el 5000 a.C. basándose en Manetón.

-Todo el proceso de unificación y creación del imperio egipcio, y todo movimiento de revitalización tras pasar el país grandes crisis, surgió en el Norte, en el Alto Egipto. La fuerza mágico-religiosa del predinástico del Alto Egipto ¡no tiene relación ninguna con las religiones africanas! Basta con observar la evolución que han seguido unas y otras. Desconocemos de dónde procedía esa concepción del universo, de la realeza y la moral de vida en torno a la Maat, la Justicia, que es la espina dorsal y la sangre del Egipto faraónico.

-Cuando se habla de la antigüedad de Egipto se admite la cronología de Manetón… ¡pero solo la parte que interesa! Manetón, o las interpretaciones que hicieron de él, recopiló la historia de un Egipto gobernado primero por una Dinastía de dioses y posteriormente otra de héroes, a quienes les sucedieron los reyes que conocemos. Para Manetón la antigüedad de los orígenes de Egipto es ¡superior al 10000 a.C! Hay otros textos que hablan de lo mismo, como el Canon Real de Turín, pero entonces se dice que “se mezcla la magia y la historia”. No deja de ser curioso que de la tarta cojamos solo un trozo y digamos del resto que no vale nada.

-No es muy creíble que Snefru, padre de Keops, construyera ¡cuatro pirámides!, entre ellas la Roja y la Romboidal en Dashur, las dos primeras pirámides de caras lisas.

-Por mucho que especialistas de la talla de Zahi Hawass y Mark Lehner se empeñen, no es de recibo el sostener que en la pirámide de Keops primero el faraón decidió poner su cámara funeraria bajo la línea del horizonte para, -¡tras pelearse con los sacerdotes de Heliópolis! como sostiene Z. Hawass-, decidir “cambiar el plano de la obra y poner la cámara funeraria sobre el horizonte”, dejando inconclusa la primitiva cámara (más conocida como cámara del caos). Sobre el tema véanse sus libros “Las montañas de los faraones”, de Z. Hawass, en Editorial Crítica, y “Todo sobre las pirámides”, de M. Lehner, en Editorial Destino. Si en algo coinciden todos es que los egipcios no improvisaban, ajustándose sus obras a unos planos muy elaborados, siendo sus construcciones verdaderas obras de perfección. Pretender un cambio del proyecto de la Gran Pirámide, la mayor construcción del mundo, es algo ilógico e impensable; y si le añadimos una “supuesta” disputa entre el faraón y los sacerdotes de Heliópolis como la causa del trastoque de millones de metros cúbicos de piedra, nos encontramos con un verdadero guión más propio de la ciencia-ficción que de la egiptología.

-Para finalizar, en Hierakómpolis, ciudad del Alto Egipto, se encontró un templo predinástico a Horus datado en el 3200 a.C. En él apareció la Paleta de Narmer y una maza ritual del rey Escorpión (para muchos, Escorpión II, siendo su antecesor Escorpión I, varios cientos de años más antiguo). ¡La relación de Horus con la realeza es muy antigua y ya existía toda una teología y culto perfectamente desarrollado! ¿De dónde procede? ¿Cuándo comenzó?

Me encanta Egipto, “el misterioso”. Pienso que el no tener todas las respuestas es algo extraordinario, pues nos despierta nuestra inquietud de búsqueda y, a la vez, mantiene viva nuestra capacidad de asombro.

Un pequeño regalo, extraído del libro “El ojo del faraón”, de Boris de Rachewiltz y Valentí Gómez i Oliver, editorial Edhasa.

 “El corazón es el que hace brotar todo el conocimiento y la lengua es la que repite lo que el corazón ha pensado. Con este procedimiento se realizan todas las obras, todos los trabajos de artesanía, las actividades de las manos, el caminar de los pies y los movimientos de los restantes miembros. Todo ello, siguiendo este orden concebido por el corazón y referido por la boca, es lo que constituye la naturaleza de cada una de las cosas”. (De la Teología Menfita).
 
(Si te interesa Egipto, periódicamente organizamos talleres de Egiptología en Cádiz: 956 21 17 59 – 610 74 24 40)
 
 Javier Saura

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